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Posts Tagged ‘Desarrollo Humano’

La discusión actual sobre las expresiones “las empresas se parecen a sus dueños” o “las empresas se parecen a quienes la dirigen”, no se centra si es verdad o mentira, los expertos confirman estas premisas. La preocupación entonces gira en torno en cómo aprovechar al máximo estas singularidades en beneficio de las empresas.  En este sentido Renée Bédard (1995), ha identificado tres Modos de Ser que los ha denominado: el modo de ser mítico, el modo de ser sistemático y el modo de ser pragmático. Un cuarto, el modo de ser relacional es propuesto por Chanlat (1997) y un quinto, el modo de ser cínico es propuesto por Álvaro Zapata Domínguez (2004).

Estos modos de ser están presentes en todos los seres humados del mundo occidental, pero con uno de ellos más desarrollados que los otros, de tal forma que a simple vista se puede sentir el comportamiento individual enmarcado en en modo específico. Lo importante para el administrador, es lograr identificar cuál es su modo se ser y desde allí empezar a desarrollar su potencial, evitando los excesos y atrayendo sus complementos como medio importante para lograr una mayor eficiencia empresarial y un estilo de dirección adecuado. Además de conocerse a si mismo, un directivo necesita saber identificar el modo de ser del staff asesor para aprovechar al máximo las cualidades de cada uno de sus miembros y contrarrestar las dificultades dejando hacer las cosas como sabe hacerlo mejor, sin tratar de que el subalterno se adapte al modo de ser del directivo porque fracasaría.

Siguiendo este principio, un directivo relacional que basa su administración en las relaciones interpersonales, necesita de la eficacia del pragmático para cristalizar los objetivos, del arraigo ancestral del mítico para cimentar los valores organizacionales en los empleados y generar la conjunción institucional, de la coherencia del sistemático para forjar orden, construir planes y estructuras firmes.

En contraposición, un mundo empresarial de iguales generaría dificultad en la administración; por ejemplo, una organización de todos sistémicos se tardarían en poner en marcha un proyecto, por estar buscando la perfección; no serían prudentes al tratar de establecer la relaciones con la comunidad; se generaría muchos roces entre los empleados y la administración por la falta de la aprehensión de los valores y la misión institucional.

Para tener un aclara idea de cada modo de ser es necesario revisar lo expuesto por Bédard, Chanlat y Zapata:

El modo de ser mítico: representa una forma de pensamiento que se basa en el uno. La unidad, entendida como un todo orgánico en la cual las partes están unidas por caracteres comunes y por su contribución al funcionamiento del conjunto. Se privilegia los valores comunitarios, la familia o clan, el compartir, la solidaridad, la fidelidad, la filiación, el respeto de los valores tradicionales, las actividades de palabra, las fiestas, las ceremonias, las comidas en común, las reuniones, los rituales. Figuran entres sus patologías integrismo, el absolutismo, el carismatismo y el clientelismo. La obsesión de por imponer los ideales bolivarianos y la integrismo ubican al presidente Chávez como uno de sus ejemplos.

El modo de ser sistemático: evoca la idea general de una actitud más sensible a las construcciones intelectuales y teóricas que a los hechos, un espíritu que tiende a las construcciones racionales, a las teorías globales, a las construcciones totales susceptibles de informar del conjunto de los fenómenos, que tiene el gusto de la coherencia y de la elaboración. Los adjetivos de mayor uso que lo caracteriza son metódicos, ordenados, coherentes, racionales, cartesianos, lógicos y teóricos.    Los excesos patológicos presenta rastros negativos del legalismo, del autoritarismo, el dogmatismo y de la tecnocracia.

El modo de ser pragmático: presenta una orientación general utilitarista. Por ello se entiende una actitud que da prioridad a los resultados, a la eficiencia de la acción a la experimentación, a la innovación y al mejoramiento continuo. El criterio último es que las cosas funcionen. La atitud del presidente de mandar  hacer de inmediato las peticiones que surgen en Consejos Comunales es un claro ejemplo de este modo de ser.  El utilitarismo, el oportunismo y el arribismo representan algunos de los peligros patológicos de este modo de ser.

 El modo de ser relacional: representa una forma de pensamiento que se basa en la relación como eje fundamental, de actitud conciliadora, mediadora, negociadora, los dirigentes que se consideran animadores, encarna este modo de ser. Estas personas tienen un franco espíritu de finura y delicadeza en las relaciones interpersonales. Sus excesos patológicos el individualismo, el regateo, el chanchullo, el igualitarismo aritmético.

El modo de ser cínico: representa una forma de pensamiento que se basa en la desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables. Son conscientes del daño causado y aparecen como redentores, sin inmutarse.

 

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